La piel y el aceite de oliva virgen extra

 

A lo largo de la historia los usos del aceite de oliva en el cuidado de la piel se han investigado transformado y hasta venerados, como en los rituales en honor a los dioses del antiguo Egipto.


Hipócrates ya la recetaba para untar en la piel durante el frío o exposición al sol, también en distintas afectaciones como en heridas, quemaduras y úlceras.


El aceite de oliva virgen extra puede ser ampliamente utilizado tanto en la piel sana como lesionada, permitiendo así ser una excelente base para jabones, cremas y otros productos en la cosmética natural. 


Pero ¿Qué le sucede a la piel para que sea necesario su cuidado?


A manera de resumen, la piel, con el paso del tiempo, se va deteriorando tanto a nivel interno por el proceso de envejecimiento fisiológico natural, viéndose alterado tanto su estructura como la función que deriva de la misma, y a su vez hay un daño externo debido a las distintas agresiones que recibe al ser nuestro órgano protector por excelencia.


A nivel interno, se ha demostrado la pérdida de fibroblastos (lugar donde se renueva el colágeno), por lo que la piel va disminuyendo su elasticidad, también se ve el aumento de la fragilidad capilar, disminución de la hidratación y el espesor de la dermis. ¿Cómo vemos esto en la piel? pues en las temidas arrugas, manchas y rojeces. Por otro lado, a nivel externo, el daño más conocido por todos son los factores climatológicos, lesiones accidentales y/o profesionales.


En su conjunto, entre los factores internos y externos, uno de los más importante – y más temido- son los radicales libres, provenientes del propio metabolismo celular y los agentes tóxicos externos, ejemplos de sus causantes son: el estrés, la mala alimentación, el tabaco, el alcohol, la contaminación, el exceso de exposición solar, entre otros. Importante es aclarar que los radicales libres son moléculas altamente reactivas, que cuando están presentes en el organismo en cantidades adecuadas, también nos aportan beneficios, tales son los defensivos (bactericidas y antivíricos) y la regulación de la contracción-tono muscular.


Como en todo, lo malo es el exceso, una alta cantidad de radicales libres, que de forma acumulativa se va depositando en nuestro organismo, modifica las membranas de las células epiteliales, y produce una cadena de reacción química, denominada estrés oxidativo, la cual se puede neutralizar, al menos en parte, mediante antioxidantes, como la Vitamina E, los Carotenos, Polifenoles y Flavonoides, entre otros.


Si bien nuestras células tienen mecanismos para combatir su acción, existen recursos para reducir el daño, y dentro de éstos, encontramos uno natural y muy efectivo, nuestro querido aceite de oliva virgen extra, ya que posee un perfil lipídico de composición similar a la piel del ser humano, proporcionándonos un gran número de propiedades antioxidantes, humectantes, hidratantes y protectoras.

 

Y entonces, ¿Cuáles son los componentes del aceite de oliva virgen extra que nos aportan tantos beneficios a la piel?:

 

  • El ácido oleico es el principal compuesto, excelente para la constitución de las membranas celulares y de la piel.
  • Contiene varias sustancias antioxidantes como los flavonoides, los polifenoles y la vitamina E.
  • Vitamina A, D y K.

¿Qué beneficios nos aportan estos compuestos?

 

Gracias a sus ácidos grasos, nos proporciona una gran herramienta antienvejecimiento, confiriendo mayor elasticidad y restauración de la humedad e hidratación de la piel, excelente emoliente corporal y tonificante epidérmico. En pieles lesionadas o personas con enfermedades que alteran la barrera epidérmica, se utiliza como medio limpiador de restos orgánicos, pues al tener una densidad elevada, nos permite la limpieza e hidratación de heridas o lesiones protegiendo al mismo tiempo la piel, siendo importante en este proceso su propiedad cicatrizante.
El aceite de oliva virgen extra es además un producto hipoalergénico, permitiendo así la versatilidad de su uso en las distintas formulaciones realizadas.
Desde Lola Arte Sana, queremos dar el mejor producto, con la calidad de sus propiedades y logrando una fusión óptima con los distintos componentes naturales (aceites esenciales, arcillas, aceites vegetales, entre otros), para así potenciar el cuidado de la piel, partiendo del conocimiento y uso debido de nuestra materia prima.

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