Manteca de Karité
La Manteca de Karité es una grasa vegetal extraída de la semilla del árbol Butyruspermum Parkii Kostchy originario de África Central, encontrándose en la denominada "Zona del Karité" (Sudán, Senegal, Gambia. Mali, Nigeria, Gabon, Togo, Alto Volta y Costa de Marfil).
Los frutos del árbol tienen el aspecto de una ciruela de 3 a 4 cm de diámetro. Se extrae de ellos una nuez o hueso que contiene una almendra, de donde se obtiene, mediante su proceso de prensión en frío la tan deseada Manteca de Karité.
Desde hace más de 200 años ya se investigaba sobre este fruto, destacamos el trabajo realizado por el escocés explorador Mungo Park, (que en su honor, se coloca Butyruspermum Parkii Kostchy al árbol), quien señalaba la gran importancia de la manteca de karité en Malí y Senegal. Realizó los primeros dibujos botánicos conocidos del árbol e intentó clasificar las distintas especies. Remontándonos a finales del siglo XVII donde ya se mencionan sus propiedades y diversos usos, vemos como continúa siendo relevante el conocimiento y aplicación de este fruto.
Los usos de la manteca de karité derivan de su composición:
- Ácidos grasos: palmítico, 3-8%; linoleico, 4-7%; esteárico, 30-40%; oleico, 41-50%.
- Fracción insaponificable: alcoholes triterpénicos, hidrocarburos y esteroles.
Pero si bien toda esta terminología nos hace pensar que hablamos de cosas serias, en realidad para que nos sirve conocer sus componentes, ¡aquí te lo contamos!
En castellano, hablamos de antioxidantes como los tocoferoles (vitamina E) y catequinas (que también se encuentran en el té verde). Los alcoholes triterpénicos, cuya propiedad de reducir la inflamación es ampliamente conocida; ésteres de ácidos cinámicos, que tienen una capacidad limitada de absorber radiación ultravioleta (UV), y lupeol, que impide los efectos del envejecimiento de la piel inhibiendo enzimas que degradan las proteínas y ayuda a la proliferación de los queratinocitos (célula más importante de la epidermis). La manteca de karité también protege la piel estimulando la producción de proteínas estructurales por células dérmicas especializadas.
- Hidrata la piel
- Protector cutáneo
- Fomenta la regeneración celular y combate el envejecimiento cutáneo
- Antiinflamatorio
Desde hace unos años la fracción insaponificable del karité es objeto de estudio y aplicación para el tratamiento anti-inflamatorio en la artritis, eccema, dermatitis atópica infantil y otros trastornos de la piel, incluidas las lesiones causadas por herpes.
La extracción de las almendras de karité es, en su mayoría, realizada por mujeres africanas que con mucho esfuerzo e ilusión han organizado cooperativas de producción, al mismo tiempo que se han formado en técnicas agroforestales y de utilización del compost procedente de los residuos del producto, con el fin de preservar la biodiversidad.
No es solo una manteca más, es un árbol con mucha historia que ha generado un arraigo sociocultural y una fuente económica alrededor de él.